Las fórmulas Anti Reflujo y Anti Regurgitación son tratamientos médicos


En varios países europeos, incluido España, las fórmulas para lactantes Anti Reflujo o Anti Regurgitación, más conocidas como “AR” se encuentran disponibles para su compra en prácticamente cualquier establecimiento donde vendan alimentación infantil.
Sin embargo, tienen unas características especiales que hace que no se adapten a las normas de la Unión Europea referentes a la composición que deben tener los preparados para lactantes.
Por este motivo deberían considerarse como un tratamiento médico para unos niños en concreto y bajo prescripción y supervisión médica y no como una opción de leche a elegir.

Las fórmulas Anti Reflujo o Anti Regurgitación (AR) son fórmulas de inicio y de continuación modificadas mediante la adición de una sustancia espesante, la utilización de la caseína como principal fuente de proteínas o la disminución de la concentración de grasas.
Ya hablamos en Bebés y más hace no mucho de la diferencia entre regurgitación y reflujo gastroesofágico.
La regurgitación leve o moderada durante o después de la alimentación es un fenómeno común y fisiológico que se soluciona con el paso de los meses.
En ausencia de ningún otro síntoma no ha de realizarse tratamiento alguno ni mucho menos indicar la alimentación con este tipo de fórmulas.
Sólo en algunos niños se produce el llamado reflujo gastroesofágico patológico en que la salida de leche es más “violenta” y en que las lesiones producidas por el paso de ácido del estómago por el esófago producen dolor, dificultades de alimentación, déficit de crecimiento y riesgo de aspiración pulmonar.
En estos casos es preciso un diagnóstico concreto que evalúe la gravedad del problema y determinar las medidas terapéuticas a seguir.
Los tres tipos de modificaciones de las fórmulas AR con respecto a los preparados para lactantes son:
  • Adición de sustancias espesantes: se han utilizado harina de la semilla del algarrobo, almidón de arroz y el almidón precocido del maíz. Hay estudios que concluyen que en efecto disminuyen las regurgitaciones, sin embargo aumentan el tiempo de permanencia del material refluido en el esófago, por lo que los preparados con estos espesantes no están indicados en niños con esofagitis (es decir aquellos que tengan reflujo gastroesofágico).
  • Utilización de caseína como fuente principal de proteínas: la caseína aumenta la densidad del cuajo disminuyendo las regurgitaciones, pero retrasa el vaciado gástrico.
  • Disminución de la concentración de grasas: Esta modificación se sustenta en la hipótesis de que
    una menor concentración de ácidos grasos de cadena larga puede favorecer un mejor vaciamiento gástrico.
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La realidad es que hay muy poca información sobre estas tres variaciones y el funcionamiento de las modificaciones se basa más en hipótesis que en datos reales con bebés.
Se desconocen los efectos que tiene una alimentación durante meses con este tipo de preparados, qué efectos tienen sobre las mucosas y cuál es el potencial alergénico de los agentes espesantes.
Ante este vacío de documentación el Comité de Nutrición de la ESPGHAN, desde 2002, recomienda que este tipo de preparados con espesantessean utilizados únicamente con lactantes que sufran fallo del crecimiento causado por la pérdida excesiva de nutrientes, junto con un tratamiento médico apropiado y bajo supervisión.
Dicho de otra manera, están indicadas en aquellos niños que, de tanto vomitar la leche que toman, no se están alimentando correctamente y como consecuencia no están creciendo lo que se espera de ellos. Esto es un problema serio que precisa de seguimiento.
Por todo ello, la práctica habitual de ofrecer al público en general la posibilidad de adquirir estas fórmulas para el lactante que regurgita con frecuencia es un mal uso y abuso por parte de las empresas que las comercializan que debería ser regulado.
Hace siete años que la ESPGHAN redactó las recomendaciones sobre las leches AR y al parecer todo sigue igual. Las firmas comerciales envasan este tipo de leches en botes casi idénticos a los de la leche artificial normal. Esto lleva a la confusión de los padres que creen que se trata de una posibilidad más de elección cuando se trata de un teórico tratamiento médico.
Para hacer la prueba pregunté en una farmacia cercana a mi domicilio por estas leches, que no estaban en el expositor, y la farmacéutica me dijo que las tenía dentro y que si quería me las vendía sin ningún problema.

Tengo poca leche



Muchas madres expresan preocupación y dudas respecto a si tendrán suficiente leche para alimentar a sus hijos. Ahora sabemos que, salvo situaciones excepcionales, las madres producen la cantidad exacta de leche que necesitan sus bebés, si el agarre es correcto y la lactancia es a demanda. Cuando una madre cree que tiene poca leche, lo habitual es que se trate de alguno de los siguientes casos:
  • La posición del niño o el agarre del pecho no es adecuado (ver documento de recomendaciones del Comité de Lactancia Materna). Hay leche, pero el bebé no la puede obtener. A la larga, como el bebé no vacía bien las mamas, éstas dejan de producir la cantidad de leche que necesita el bebé. Suele haber dolor al mamar o grietas. Es conveniente corregir la posición o el agarre.
  • Si el bebé apoya su cabeza en el codo de su madre, la madre se ve obligada a desplazar el pecho unos centímetros para que el bebé pueda agarrarlo. Aunque la succión sea potente, el bebé tirará del pezón y le será más difícil obtener la leche con cada succión. Suele haber dolor y grietas en la base de los pezones.
  • Si el bebé no abre completamente la boca para abarcar con ella gran parte de la areola y el pezón o tiene un frenillo lingual corto, hará succiones poco eficaces con lo que estará mucho tiempo succionando, ya que obtiene solo la leche del principio y no se queda satisfecho. La madre se queja de dolor o grietas en la punta del pezón.
Lo ideal es que alguien experto en lactancia (el pediatra, la matrona, la enfermera del centro de salud o algún grupo de apoyo, ver listado) evalúe la toma y ayude a corregir la postura, si ésta no es la adecuada.
  • El bebé mama menos de 8 veces al día o se limita la duración de la toma. En estos casos, en los que el bebé no mama a demanda, le será difícil tomar toda la leche que necesita.
  • Hay leche pero la madre no se nota la “subida" y duda de que tenga suficiente. Las primeras 48 horas de vida el bebé se alimenta del calostro de su madre, pero casi ninguna madre lo ve salir del pecho, incluso apretándoselo. Por otro lado, tras la subida, muy pocas madres notan que la leche sale a chorro o que mojan los empapadores y, sin embargo, la mayoría produce la leche que su bebé necesita. A partir del tercer día, si el bebé mama de forma adecuada, más de 8 veces al día y hace 3 o más deposiciones al día, se puede decir que está alimentando correctamente.
  • A medida que va creciendo, el niño tarda menos en hacer las tomas y extrae la leche más eficazmente. Como el cambio se produce bruscamente, muchas madres creen que no se alimenta adecuadamente o que deja el pecho tan pronto porque tienen menos leche. Si el niño está tranquilo y feliz y moja 4-5 pañales diarios, es que está tomando la leche que necesita.
  • El bebé ha crecido bruscamente y necesita más leche. Ocasionalmente aparecen los "baches de lactancia" que son momentos en los que el bebé necesita más leche porque está dando un estirón. La solución es ponerlo más al pecho, para que aumente la producción de leche y se superará el bache sin dificultad.

Recomendaciones:

  • Para amamantar a demanda, el bebé tiene que mamar siempre que quiera. Es conveniente ofrecerle el pecho cuando "busque", gruña o se chupe los dedos, sin esperar a que llore de hambre.
  • El bebé se coge bien al pecho cuando abarca con la boca el pezón y un buen bocado de areola. De ese modo vacía bien el pecho.
  • Es importante que mame todo el tiempo que quiera del mismo pecho, porque la leche del final tiene más grasa (más calorías). Si quiere más, se le puede ofrecer el otro pecho después.
  • Si mama a menudo (mínimo 8 veces al día), la estimulación de la piel del pecho asegura el funcionamiento de las hormonas de la lactancia, especialmente durante las primeras semanas.
  • Los bebés maman para alimentarse, pero también para consolarse y para sentirse protegidos y queridos. Si le ofrece el pecho a su hijo siempre que lo desee, aunque no sea por hambre, no se equivocará.
  • El pecho necesita el estímulo de la boca del bebé para fabricar leche. Debe evitarse el uso del chupete los primeros días pues puede confundir en la forma de cogerse al pecho.Puede resultar útil emplear un sacaleches para vaciar mejor los pechos y estimularlos a que fabriquen más leche.
  • Si el bebé está contento, duerme tranquilo 1-2 horas seguidas y no parece enfermo, es que toma suficiente leche. Si moja menos de 4-5 pañales al día (con los pañales superabsorbentes es más difícil de valorar) o la orina es muy concentrada, es posible que esté tomando poca leche y sería conveniente consultar.


Moises o Minicuna?







Contacto piel con piel precoz madre-recién nacido



El contacto piel con piel precoz consiste en que, tras el nacimiento, se coloca al recién nacido desnudo y boca abajo sobre el pecho de la madre. La mayoría de los niños sanos serán capaces de reptar sobre el cuerpo de la madre, reconocer el pecho, agarrarse a él y succionar correctamente si se mantienen en esta posición, al menos, durante los primeros 50 minutos de vida (se podría prolongar hasta los 120 minutos, periodo en el que  el recién nacido está generalmente alerta). Además de su efecto beneficioso sobre el inicio de la lactancia, el contacto piel con piel favorece la vinculación, disminuye el tiempo llanto del bebé y mejora sus niveles de glucosa en sangre y su estabilidad cardiorrespiratoria.
El contacto piel con piel también beneficia la salud de la madre, disminuyendo el riesgo de ansiedad, dolor en los pechos y hemorragia posparto.


Cosas normales en los recién nacidos



Tras la llegada a casa con un recién nacido es frecuente que surjan, los primeros días, dudas sobre la normalidad de ciertas características del bebé, así como sobre algunas necesidades de cuidados.
Después de unas pocas semanas, los padres van teniendo la experiencia suficiente para actuar con confianza y seguridad en el manejo de su hijo.
Para ayudar a los padres en esas primeras etapas, puede ser útil conocer algunas de las características normales y comunes en la mayoría de los recién nacidos.

Piel

Es frecuente observar en los primeros días una-descamación de la piel en el tronco y las extremidades. No es necesario un cuidado especial y se resuelve sola en poco tiempo.

En muchos recién nacidos puede verse, en la zona baja de la espalda, una mancha de color oscuro que recuerda a un hematoma (moratón) y recibe el nombre de mancha mongólica por ser frecuente en esta raza. La extensión puede variar de un niño a otro. No significa ninguna enfermedad y desaparece sola en los primeros años.
También puede haber otras manchas de color rojo en la piel de la zona de la nuca, de los párpados o en el centro de la frente. De igual modo, desparecerán sin hacer nada en pocos meses.
En la nariz, las mejillas y la barbilla aparecen en los primeros días unos pequeños granos blanquecinos que recuerdan a las pústulas del acné. Reciben el nombre de miliaria, aunque popularmente se conocen comoengordaderas. No tienen importancia ni requieren cuidados.

Mamas

Los recién nacidos de ambos sexos, debido al paso de hormonas maternas a través de la placenta, es habitual que tengan durante las primeras semanas un aumento de tamaño de las mamas. No se debe presionar, desaparecerá solo al cabo de unos meses .

Uñas

Los niños nacen a menudo con las uñas de las manos largas y parcialmente rotas en sus extremos. Esto provoca, a veces, que se lastimen, sobre todo la cara. Si esto ocurre, al margen de los días de vida que tenga el bebé, no hay ningún impedimento para cortar las uñas. Debe hacerse con cuidado, aprovechando los momentos en que el bebé esté más relajado y utilizando unas tijeras adecuadas de punta redonda o bien un cortauñas. Si los padres no se sienten todavía seguros en el manejo de las tijeras, se puede utilizar puntualmente una lima de uñas.

Ombligo

A lo largo de los años, los consejos sobre el cuidado del cordón umbilical en los primeros días y hasta su caída han sido cambiantes. Se han utilizado distintos productos antisépticos (alcohol de 70º, mercurocromo, productos con yodo, etc.) y popularmente se han recomendado prácticas como la de no mojar el cordón o bañar al niño hasta que este se hubiera desprendido.
Recientemente y basándose en diversos estudios científicos, las recomendaciones sobre el cuidado del cordón umbilical pueden resumirse en las siguientes:         
  • El cordón suele desprenderse entre el 5º y 15º día.
  • La zona del cordón se puede lavar con agua tibia y un jabón neutro, al igual que el resto de la piel, en el momento del baño, secándolo después y cubriéndolo con una gasa seca.
  • Cambiar a menudo los pañales del bebé. Si comprobamos que el cordón aparece manchado con heces, hay que lavar de nuevo con agua y jabón, secar y dejar una gasa seca
  • El uso de antisépticos no ofrece ventajas sobre una buena higiene y en  ocasiones puede retrasar la caída del cordón.

Genitales

En el caso de los varones, es normal que exista fimosis. La fimosis es una situación normal a esta edad que no requiere ninguna intervención, siendo desaconsejable la realización de retracciones forzadas de la piel.
En las niñas es frecuente hallar unos labios mayores abultados. En los pliegues entre los labios mayores y menores aparecen unos restos blanquecinos (restos del vernix caseoso, sustancia untuosa blanquecina que recubre la piel del bebe en el momento de nacer). Esta sustancia está muy adherida y a veces requiere de sucesivos lavados suaves para desaparecer.
En ocasiones puede apreciarse la salida por el orifico vaginal de una secreción mucosa, consecuencia, como en el caso de las mamas, de la influencia de las hormonas maternas.
A veces, tras unos días, puede incluso producirse un pequeño sangrado por la vagina (una pequeña menstruación) que debe considerarse normal.

Ojos

Los recién nacidos son capaces de ver desde el nacimiento, pero solo a una distancia de unos 20 o 30 cm son capaces de enfocar la imagen y, por ejemplo, pueden apreciar con nitidez el rostro de su madre.
La higiene de los ojos en circunstancias normales no exige el empleo de materiales especiales como gasas estériles o suero fisiológico. Puede utilizarse agua tibia y un paño suave. Solo si aparece alguna anomalía, como inflamaciones o secreciones anormales, se deberá consultar con el pediatra o la enfermera la necesidad de tratamiento.

Hay cosas que hace mi hijo... ¿debo preocuparme?

La mayoría de los recién nacidos sanos realizan con frecuencia ciertos actos que pueden interpretarse erróneamente o, al menos, generar cierta inquietud en los padres. Citaremos como los más frecuentes: el hipo, los estornudos o pequeños ruidos nasales al dormir.
Una observación tranquila del bebé, asegurándonos de su bienestar, es suficiente, no siendo necesaria ninguna intervención.
Los recién nacidos manifiestan un patrón de ciclos de actividad y sueño variables a lo largo del día y ajeno al ritmo de vigilia-día/sueño-noche de los adultos. Con el transcurso de las semanas los bebés van aprendiendo a organizar el día. Para eso resulta útil ir adecuando los estímulos de ruido y luz, así como ciertos acontecimientos como el baño a horas similares, para favorecer la aparición de rutinas y ritmos.

Habitaciones para los principes y princesas de la casa.









Cambios en tu Vida Sexual En El Embarazo



Parece mentira que ese ser tan pequeño que crece dentro de ti, ya desde el embarazo, ponga patas arriba la relación amorosa entre los padres ¿Que ocurre con tu vida sexual durante el embarazo? , ¿Como te sientes tu y tu pareja en relación a esta? ¿Es seguro tener relaciones mientras estas embarazada? En la mayoría de las mujeres y sus parejas, el embarazo conlleva cambios en su vida sexual. Mientras que algunas mujeres se sienten bellas y sensuales, otras se pueden sentir gordas y torpes en algún momento. Los cambios corporales como nausea, fatiga, aumento de peso, mayor sensibilidad en los senos, y cambios hormonales entre otros, puede fluctuar a lo largo del embarazo y así afectar tus relaciones sexuales. Habrá momentos que sentirás mas deseos de lo usual , mientras que en otros menos o ninguno. Puede que a tu pareja le sea difícil entender y captar estos cambios normales en tu sexualidad. 


El embarazo puede traer tensiones entre ustedes dos por lo que una comunicación abierta es importante. Comunicación, es la clave para una buena relación de pareja durante el embarazo. Todos estos cambios físicos y psíquicos afectarán a ambos, a ti y a tu pareja, por lo que hará falta grandes dosis de cariño, complicidad, paciencia, caricias, y sobre todo, palabras. Una buena relación sexual durante el embarazo ayuda a fortalecer la unión entre la pareja, no debe olvidarse que aunque ustedes están adquiriendo el nuevo rol de "padres", siguen siendo amantes. Algunas parejas desean hacer el amor con mayor frecuencia durante el embarazo, mientras que en otras disminuye el deseo. Lo más común es que el deseo tenga fluctuaciones, a menudo aumentando en la fase media del embarazo y reduciéndose de acuerdo con la proximidad al parto.

Aspectos que pueden afectar la vida sexual de pareja
El miedo a hacerle daño al bebe: Tu pareja puede sentirse ansioso sobre esto, recuerden que unas relaciones que te sean cómodas y agradables, no perjudican al bebe. A menos que tu doctor lo indique, no existe ninguna razón médica por la cual una mujer no pueda disfrutar sexualmente con su pareja.
Algunas mujeres muestran disminución del deseo sexual por el malestar propio del primer trimestre del embarazo (nauseas, vómitos, cansancio).
Puede suceder que el aumento de volumen preocupe a la mujer, y la haga sentir poca atractiva para despertar el interés de su pareja.
Puede que durante estos meses, el hombre vea a su pareja solo como "mama" y no como su amante, lo que puede aumentar su deseo de protegerla y disminuir su deseo sexual. Lo mejor que podemos hacer es plantear abiertamente estas sensaciones, dudas y temores, y preguntar lo que piensa la pareja en lugar de imaginárselo. El embarazo puede ser un momento de explorar nuevas maneras de satisfacerse mutuamente.


Hacer Ejercicio Durante El Embarazo


El nivel y la cantidad de ejerciciorecomendado dependerá, en parte, de su estado físico antes del embarazo.
Hacer algún tipo de ejercicio físico durante el embarazo es beneficioso para la mayoría de las mujeres.

Lo ideal es conversar sobre sus planes de hacer ejercicio con su médico  antes de comenzar y modificar los ejercicios de su rutina normal, para adaptarlos al periodo del embarazo
Hacer ejercicio durante el embarazo, trae beneficios

No hay duda de que el ejercicio es beneficioso tanto para usted como para su bebé.
El ejercicio puede ayudarla a lograr lo siguiente:
- Sentirse mejor
El ejercicio puede aumentar el nivel de energía. No sólo la hará sentirse mejor al liberar endorfinas, sino que le ayudara en lo siguiente:

  • aliviar los dolores de espalda y mejorar su postura al fortalecer y tonificar los músculos de la espalda, los glúteos y los muslos
  • Reducir la constipación al acelerar el movimiento intestinal
     
  • Ayudara a estar en mejores condiciones físicas para el momento del parto, donde tendrá que pujar para ayudar a la salida de su bebe.
  • Dormir mejor al aliviar el estrés y la ansiedad que la hacen estar inquieta durante la noche
- Verse mejor.
El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo hacia la piel, otorgándole un aspecto más fresco y saludable.
- Preparar su cuerpo para el nacimiento del bebé.
El parto será más fácil si sus músculos son fuertes y su corazón está en buen estado. El control de la respiración también puede ayudarla a enfrentar el dolor.
- Recuperar más rápido la silueta que tenía antes del embarazo.
SIi continúa haciendo ejercicio al quedar embarazada le ayudara a tener menos grasa durante el embarazo.
Pero no trate de adelgazar haciendo ejercicio nuevos de fuerte intensidad


En el embarazo, para la mayoría de las mujeres, el objetivo es mantener su estado físico mientras está embarazada.

Aunque todavía se discute acerca de los beneficios adicionales que aporta el ejercicio durante el embarazo, algunos estudios han demostrado que el ejercicio puede incluso disminuir el riesgo de que una mujer sufra complicaciones, como la diabetes gestacional, la hipertension y la preeclampsia.





Ejercicio y Embarazo: Que tipo de ejercicio hacer?

A muchas mujeres les gusta caminar, bailar, nadar, realizar ejercicios aeróbicos en el agua, hacer yoga o pilares. pero evite todo movimiento que implique saltar.
Muchos expertos recomiendan caminar, pero recuerde camine despacio los primeros 5 minutos para entrar en calor, camine a un paso moderado un kilómetro y medio, tres veces por semana, vaya aumentando el tiempo y la intensidad del ejercicio muy poco a poco.
Si usted solía correr antes de quedar embarazada, en muchos casos puede continuar corriendo durante el embarazo, aunque tal vez deba modificar su rutina.
¿Qué tipo de ejercicios hacer?
Cualquiera sea el tipo de ejercicio que usted y su médico decidan que es adecuado, la clave es prestarles atención a las señales que envía su cuerpo. Muchas mujeres, por ejemplo, se marean durante los primeros meses de embarazo, y a medida que el bebé crece, su centro de gravedad cambia. Por lo tanto, es probable que les sea difícil mantener el equilibrio, en especial durante el último trimestre.
Me falta el aire
A medida que su bebé crezca y el útero empuje hacia arriba sus pulmones, notará que disminuye su capacidad para inhalar aire (junto con el oxígeno que contiene) mientras hace ejercicio. Si el cuerpo le pide parar, ¡pare!
Recuerde siempre utilice los últimos 5 a 10 minutos para reducir el ritmo de actividad poco a poco y que se recomienda no hacer demasiado ejercicio durante los días de mucho calor o practíquelo en un lugar que tenga aire acondicionado.
¿Cuando parar?
Lo ideal es hacer ejercicios aerobicos, una manera practica es ir conversando con una amiga mientras se hace el ejercicio, si empieza a sentir:
  • se siente cansada 
  • está mareada 
  • tiene palpitaciones (fuertes latidos del corazón) 
  • le falta el aire 
  • siente dolor en la espalda o en la pelvis 
Su cuerpo le está indicando que tiene que parar Si el cuerpo le pide parar, ¡pare!


Ejercicio y Embarazo: Recomendaciones Generales

Si eres una embarazada previamente sedentaria, debes comenzar con actividades físicas de baja intensidad e ir aumentándolas progresivamente.

Calienta por 5-10 minutos antes de hacer ejercicios, hazlos en forma progresiva , al finalizar disminuye lentamente el nivel de actividad.

Enfría por 10 minutos, caminando o con técnicas de relajación.

El ejercicio regular (por lo menos 3 veces a la semana) es mejor que ejercicio excesivo seguido de largos periodos de inactividad. No se debe exceder el tiempo de ejercicio aeróbico por el riesgo de hipoglicemia (15-45 minutos de ejercicio).

Toma tú pulso durante la actividad máxima.

Disminuye la actividad si tú corazón está latiendo más rápido que lo recomendado por tú médico.

No excedas 140 pulsaciones por minuto.

En general, si puedes mantener una conversación cómodamente mientras haces ejercicio tú pulso está probablemente en los límites recomendados.

No trates de hacer demasiado. Recuerda que el peso extra de tu embarazo hace más exigente el ejercicio.

Detente si te sientes cansada, con dificultad para respirar o mareada.

Toma agua frecuentemente, durante y después del ejercicio para prevenir la deshidratación.

No participes en deportes y ejercicios en los que puedes caerte o golpearte.

No realices ejercicios en decúbito dorsal, ya que disminuye el flujo sanguíneo al útero y al bebé.

Cuida tú espalda. Evita posiciones y ejercicios que aumenten la flexión de tú espalda.

Evita la flexión o hiperextensión excesiva de las articulaciones, para evitar lesiones por la laxitud de las mismas durante el embarazo.

Evita cambios bruscos de dirección, saltos, gimnasia olímpica por la inestabilidad articular del embarazo.

Evita cambios posturales bruscos por el riesgo de hipotensión ortostática y desmayo.


No te sobrecalientes. Evita ejercicios al aire libre en climas calientes y húmedos.

Evita saunas, jacuzzi, etc.

No hagas ejercicio si estás enferma o con fiebre.

Utiliza un sostén adecuado para proteger los senos aumentados de tamaño.
Contraindicaciones Del Ejercicio Durante El Embarazo
Absolutas:
Hipertensión inducida por el embarazo (Preeclampsia)

Ruptura prematura de membranas.

Amenaza de parto pretérmino.

Incompetencia cervical – Cerclaje.

Placenta previa.

Retardo de crecimiento intrauterino.
Relativas:
Hipertensión arterial crónica.

Patologías tiroideas, cardíacas o pulmonares.

Problemas vasculares.

Ejercicio y Embarazo




Debido a la cantidad de mujeres embarazadas que trabajan y al creciente interés en el ejercicio físico para tener una buena salud y buen aspecto físico, es muy importante revisar el efecto del ejercicio sobre la madre y el bebé.

Cambios Inducidos Por El Ejercicio
En general, el ejercicio produce cambios a nivel cardiovascular, respiratorio y de la temperatura corporal.
A nivel del sistema cardiovascular aumenta la frecuencia cardíaca (volumen minuto) para compensar el aumento en los requerimientos de oxígeno y la pérdida de calor por la piel. Por otro lado, se produce una redistribución del flujo sanguíneo, aumentando el flujo hacia los músculos del esqueleto y la piel y disminuyendo el flujo hacia el área esplácnica (que incluye el útero) y el riñón.
A nivel respiratorio aumenta la frecuencia respiratoria, el consumo de oxígeno y hay hiperventilación.
Además, hay un incremento de la temperatura corporal.

Cambios Fisiologicos Del Embarazo Que Afectan El Ejercicio
Durante el embarazo ocurren cambios fisiológicos a nivel de todos el organismo que pueden interferir con la realización del ejercicio físico, como son:

A nivel cardiovascular: Aumento del gasto cardíaco, aumento del volumen de sangre, aumento de la frecuencia cardíaca, disminución de la resistencia vascular periférica, con posibilidad de hipotensión al levantarse bruscamente (con sensación de desmayo)

A nivel respiratorio: Aumento de la ventilación pulmonar, aumento de la frecuencia respiratoria, disminución del volumen residual, sensación de dificultad respiratoria.
A nivel de los músculos y de la posición, la mujer embarazada presenta normalmente una lordosis lumbar para compensar el peso del útero y el bebé, una marcha de pato y mayor laxitud de las articulaciones.

A nivel metabólico presenta hipoglicemia en ayuno y mayor requerimiento calórico a medida que aumenta el embarazo. Aumento de la temperatura corporal durante todo el embarazo.

Efecto Del Ejercicio En El Embarazo
Como se observa el ejercicio y el embarazo inducen en la mujer efectos similares (aumento de la frecuencia respiratoria, de la frecuencia cardíaca y de la temperatura corporal) por lo cual la realización del ejercicio durante el embarazo se debe realizar con autorización del obstetra que controla la embarazada.
Con un apropiado programa prenatal de ejercicios se pueden obtener beneficios en la condición aeróbica y muscular de la mujer embarazada, lo cual facilita el parto, disminuye el tiempo de trabajo de parto, disminuye la cantidad de intervenciones obstétricas, disminuye los signos de compromiso cardiaco fetal y facilita la recuperación del parto, ya que tiene un efecto psicológico favorable de bienestar.
En embarazos normales No está asociado a mayor incidencia de aborto, parto pretérmino ni ruptura prematura de membranas.
Unicamente se ha asociado a disminución del peso fetal al nacer de aproximadamente 300 gramos, lo cual no tiene repercución perjudicial para el bebé.

El Tipo e Intensidad de Ejercicio
El tipo e intensidad de ejercicio que la mujer embarazada puede realizar durante el embarazo depende de su estado de salud general y de cuán activa era antes del embarazo. Este no es un buen momento para comenzar un deporte nuevo y exigente. Sin embargo, si era atleta o era activa antes del embarazo puede seguir realizando ejercicios normalmente, excepto que su médico los contraindique por algún problema que presente.
Se han realizado estudios que comprueban que los ejercicios aeróbicos durante el embarazo no producen efectos nocivos sobre la madre o el feto si la mujer los practicaba antes del embarazo. Por supuesto, la cantidad de ejercicio debe disminuir a medida que avanza el embarazo, ya que los requerimientos del embarazo disminuyen la reserva cardíaca materna, además a medida que avanza el embarazo aparece una sensación subjetiva de dificultad para realizar el ejercicio, en parte por el aumento del peso y por la mayor compresión del útero sobre el diafragma y pulmones.
En general, no es necesario que la mujer gestante reduzca el ejercicio, siempre que no se fatigue excesivamente o corra el riesgo de lesionarse a sí misma o al feto. En resumen, el ejercicio físico debe basarse en la reserva cardiovascular materna y fetoplacentaria.

Tipo De Ejercicios Y Embarazo
Se recomiendan ejercicios aeróbicos, ya que mejoran la captación de oxígeno, incrementan la capacidad muscular y permite que la persona se recupere más rápido después del ejercicio.
Se recomienda caminar, trotar, ejercicios aeróbicos de bajo impacto, tenis, natación, golf, bowling. Puedes realizar ejercicios de resistencia con pesos 2-5 Kg.
No se recomiendan ejercicios extenuantes, ya que se produce una redistribución importante de flujo sanguíneo, disminuyendo la vascularización uterina, por lo que disminuye el aporte de oxígeno al bebé. Tampoco se recomiendan los ejercicios a grandes alturas (montañismo y ski) o el submarinismo, porque implica un riesgo de hipoxia para el feto por la disminución de la cantidad de oxígeno que existe. No es recomendable realizar deportes en los que puedes golpearte (ski en nieve o agua y surf).


Adolecente Embarazada: Riesgos y complicaciones obstétricas



El embarazo en adolescentes hoy en día es un problema de salud pública, no sólo asociado a los trastornos orgánicos propios de la juventud materna, sino porque están implicados factores socio-culturales y económicos que comprometen el binomio madre e hijo.

Como la adolescencia es una etapa en la cual ocurren un conjunto de cambios fisiológicos, sociales y emocionales; dependiendo de la edad de la adolescente y del tiempo que ha transcurrido entre su desarrollo y el embarazo puede haber más o menos complicaciones; si la adolescente tiene menos de 15 años se ha observado mayor riesgo de aborto, parto pretérmino o parto por cesárea por inmadurez fisiológica.

Si es mayor de 15 años, la embarazada tiene el mismo riesgo que una paciente adulta, excepto si está mal alimentada, o si se encuentra en situación de abandono por parte de su pareja o familia, por otro lado es posible que la adolescente no esté preparada para asumir emocionalmente el compromiso de un bebé o necesite mayor apoyo.

En vista de esto es necesario crear programas para fomentar la información y los servicios requeridos a los jóvenes para concientizarlos y lograr una sexualidad responsable. Asimismo, es necesario crear centros de apoye para las adolescentes embarazadas, tanto desde el punto de vista médico como emocional.



El parto normal


El parto normal es el proceso fisiológico con el que la mujer finaliza su gestación a término (entre las 37 y las 42 semanas cumplidas). Su inicio es espontáneo, se desarrolla y finaliza sin complicaciones, culmina con el nacimiento de un bebé sano y no necesita más intervención que el apoyo integral y respetuoso. Después de dar a luz, tanto la madre como su bebé se encuentran en buenas condiciones.
La evolución del parto está influida no sólo por factores biológicos propios de cada mujer y bebé, sino también por factores psicológicos, culturales y ambientales.
La mayoría de las mujeres sanas, con la atención y apoyo adecuados y con un mínimo de procedimientos médicos pueden dar a luz sin poner en riesgo su seguridad y la de los bebés. Para ello es importante que las mujeres tengan confianza en sus posibilidades de afrontar el parto y que las matronas y obstetras contribuyan a la mejor evolución de este proceso fisiológico.

Dilatación: primera etapa del parto

La aparición de contracciones progresivamente más frecuentes e intensas suele ser la primera señal de que el parto comienza. Gracias a ellas, usted prestará atención a lo que le está ocurriendo y podrá observarse para tomar las decisiones más oportunas.
Las contracciones se irán convirtiendo en rítmicas y dolorosas consiguiendo que el cuello del útero se adelgace de forma gradual, adquiera una consistencia blanda y vaya dilatándose. En un determinado momento será conveniente que acuda al hospital. El momento adecuado dependerá de los partos previos y de la distancia a la que se encuentre la Maternidad.
Conviene que en las últimas semanas del embarazo hable con su matrona sobre cómo identificar el momento más adecuado en su caso. Cuando acuda a la maternidad, la matrona realizará una exploración vaginal para determinar los cambios que el cuello ha experimentado y así conocer si el parto se ha iniciado y en qué fase se encuentra.
Se considera que el parto está claramente establecido cuando el cuello tiene una dilatación de alrededor de 4 centímetros. El tiempo y las contracciones necesarias para alcanzar esta dilatación son muy variables y en ocasiones este periodo denominado fase latente o pasiva de la primera etapa del parto es largo y durante él pueden surgir dudas sobre si el parto se ha iniciado ya o no.
Ingresar en la Maternidad Hospitalaria en esta fase latente puede ser perjudicial y que además está asociado a mayor intervencionismo, por lo que aconseja regresar al domicilio hasta que el parto esté claramente instaurado y seguir las recomendaciones para mejorar el confort acordadas con la matrona.
La fase activa de la primera etapa del parto comienza al alcanzar los 4 centímetros de dilatación y culmina al alcanzar los 10 cm. Su duración es variable, depende sobre todo del número de partos que ha tenido cada mujer y su progreso no es necesariamente lineal: La fase activa de la primera etapa del parto de las mujeres que van a tener su primer bebé (nulíparas) suelen ser de alrededor de 8 horas, siendo infrecuente que se alargue más de 18 horas. En las mujeres que ya han tenido algún parto (multíparas), la duración esperada es de aproximadamente 5 horas, aunque en algunas ocasiones puede prolongarse más de 12 horas.

Segunda etapa del parto

Es la que transcurre entre el momento en que se alcanza la dilatación completa (10 centímetros de dilatación) y el nacimiento del bebé. También se subdivide en dos fases: pasiva y activa.
Durante la fase pasiva de la segunda etapa del parto no se percibe sensación de pujo y las contracciones uterinas hacen descender la cabeza del bebé a lo largo de la vagina. Su duración en las nulíparas puede alcanzar hasta dos horas y en las mujeres que ya han tenido hijos, hasta una hora si no han recibido analgesia epidural y hasta dos horas si la reciben.
La fase activa de la segunda etapa comienza cuando el bebé es visible, se producen contracciones de expulsivo o se percibe el deseo de pujo. A partir de este momento el pujo materno ayuda al descenso y permite el nacimiento del bebé. La duración normal en nulíparas sin epidural es de hasta una hora y de hasta dos horas con epidural. En multíparas la duración normal es de hasta una hora independientemente de que tengan o no analgesia epidural.

El nacimiento

En cuanto el bebé nazca será colocado en sus brazos para que lo mantenga en contacto piel con piel sobre su pecho desnudo. Hoy conocemos la importancia de que los bebés sanos mantengan este contacto piel con piel con su madre de forma inmediata e ininterrumpida desde el momento del nacimiento y durante una a dos horas.
Tras el nacimiento del bebé el cordón umbilical se ligará, preferiblemente pasados dos minutos o cuando cesa el latido.

Alumbramiento: tercera etapa del parto

La tercera etapa del parto es la que transcurre entre el nacimiento y la expulsión de la placenta.
En la guía sobre la atención al parto normal se recomienda el manejo activo o dirigido de la tercera etapa del parto, es decir, la administración de oxitocina intravenosa para disminuir el riesgo de hemorragia postparto y acortar la duración de este periodo. Sin embargo, el alumbramiento espontáneo, sin utilización de fármacos, es una opción aceptable para aquellas mujeres que, teniendo un riesgo bajo de hemorragia, lo prefieran.
Si el alumbramiento es dirigido, es decir con administración de oxitocina, la expulsión de la placenta se produce normalmente en el transcurso de 30 minutos tras el nacimiento, mientras que en el caso de alumbramiento espontáneo se puede demorar hasta 60 minutos.

¿Qué cuidados se recomiendan durante el parto normal?

Acompañamiento familiar

El acompañamiento durante el parto proporciona seguridad, hace más tolerable el dolor de las contracciones y facilita el progreso del parto. La persona que le acompañe durante el parto debe ser cuidadosamente elegida por usted. Tendrá que saber cómo desea vivir su parto y ser capaz de cuidarle, apoyarle y animarle en todo momento, sin dejarse llevar por los nervios o la implicación emocional.
La persona acompañante debe transmitir a la mujer tranquilidad y seguridad e infundirle confianza en sí misma.

Acompañamiento profesional

La matrona también debe conocer los deseos y expectativas de cada mujer para poder ofrecer la ayuda y apoyo necesarios. Permanecerá con la mujer sin dejarla sola salvo periodos cortos de tiempo. Cuidará de su bienestar, animándola en todo momento para que pueda vivir su parto según sus deseos. Vigilará la situación de la madre (estado de ánimo, frecuencia de las contracciones, sensación de sed, tensión arterial, pulso, temperatura, etc.) y del feto (auscultación del latido cardiaco) y vigilará la progresión del parto. Sus sugerencias sobre cambios posturales, movilización, ingesta de líquidos, cómo afrontar las contracciones y uso de métodos de alivio del dolor no farmacológicos serán muy valiosas.
Se ha demostrado que la relación entre la mujer y la persona que le atiende influye en gran medida en la experiencia del parto. Los estudios científicos realizados encuentran que las mujeres que reciben un apoyo continuo profesional tienen mayor probabilidad de tener un parto vaginal espontáneo y menor probabilidad de necesitar analgesia epidural, tener un parto instrumental (fórceps, ventosa…) o una cesárea. Además, están más satisfechas con la experiencia del parto.
También se ha demostrado que la atención al parto normal por matronas presenta ventajas: menor necesidad de analgesia epidural, realización de menos episiotomías, aumento de la tasa de parto vaginal espontáneo y de inicio de lactancia materna y una mayor sensación de control por parte de las mujeres.

¿Qué hacer frente al dolor?

En un parto normal no inducido con oxitocina, sin restricción de movilidad, en un ambiente favorecedor en el que la madre se siente segura y cómoda, muchas mujeres pueden soportar el dolor, gracias a los intervalos entre contracciones que permiten descansar y a analgésicos liberados por el organismo.
Actualmente, usted puede recurrir a los diferentes métodos no farmacológicos y farmacológicos disponibles de alivio del dolor. Puede elegir un método o varios y cambiar de unos a otros según la evolución del parto y de la intensidad del alivio que desee obtener en cada momento. La matrona le informará sobre las diferentes posibilidades.

Ácido fólico y prevención de malformaciones

Cuando una mujer planifica su embarazo, debe tener presente que una de las medidas más importantes para prevenir algunos tipos de malformaciones en su hijo es tomar suplementos de ácido fólico.
Dichos suplementos deben comenzar a tomarse antes del embarazo bajo supervisión médica.

¿Por qué es importante tomar ácido fólico?

Para prevenir malformaciones en el niño. Una medida tan sencilla se ha demostrado eficaz para evitar anomalías, quizás la más conocida la espina bífida, que impide el desarrollo adecuado de la columna vertebral. También, disminuye el riesgo de aparición de otros problemas como el labio leporino, el paladar hendido y algunas cardiopatías congénitas graves.
Por todo ello, en caso de embarazo planificado, es recomendable que la futura madre acuda a su médico, que le indicará el mejor momento para empezar a tomar este suplemento así como la cantidad.

¿Cuándo hay que empezar a tomarlo?

Lo ideal es que se empiece a tomar antes del embarazo (durante el llamado periodo "periconcepcional") y siempre bajo supervisión médica. Se estima que es necesario que una mujer embarazada ingiera diariamente 600 μg/día

¿Todas las mujeres deben tomar la misma dosis de ácido fólico?

No. Las mujeres con mayor riesgo de tener un niño con espina bífida deben tomar dosis mayores. De igual forma, si la futura madre ha tenido un hijo anterior con esta malformación, toma medicamentos como carbamacepina o ácido valproico para la epilepsia o tiene alguna enfermedad por la que necesite tomar metotrexato (por ejemplo, artritis reumatoide) necesitará una dosis específica que le indicará su médico.

¿Qué alimentos contienen ácido fólico?

El mayor aporte de ácido fólico proviene de las verduras y frutas y, en menor medida, de productos ricos en hidratos de carbono como el pan o la pasta. El consumo de estos alimentos no exime de tomar suplementos de acuerdo con las recomendaciones de su médico.