DEPRESION POST PARTO

Es una depresión de moderada a intensa en una mujer después de que ha dado a luz y se puede presentar poco después del parto o hasta un año más tarde. La mayor parte del tiempo ocurre dentro de los primeros tres meses después del parto.

Causas

La causa exacta de la depresión posparto se desconoce. Los cambios en los niveles hormonales durante y después del embarazo pueden afectar el estado anímico de una mujer. Muchos factores distintos a los hormonales también pueden afectar el estado de ánimo durante este período.
  • Cambios en el cuerpo a raíz del embarazo y el parto.
  • Cambios en las relaciones laborales y sociales.
  • Tener menos tiempo y libertad para sí misma.
  • Falta de sueño.
  • Preocupaciones acerca de su capacidad para ser una buena madre.
Usted puede tener mayores probabilidades de experimentar depresión posparto si:
  • Tiene menos de 20 años.
  • Actualmente consume alcohol, alucinógenos o fuma (también ocasionan riesgos serios para la salud del bebé).
  • No planeó el embarazo o tuvo sentimientos contradictorios acerca de éste.
  • Tuvo depresión,  o un trastorno de ansiedad antes del embarazo o en un embarazo anterior.
  • Vivió un hecho estresante durante el embarazo o el parto, por ejemplo, una enfermedad, muerte o padecimiento de un ser querido, un parto difícil o de emergencia, un parto prematuro o una enfermedad o anomalía congénita en el bebé.
  • Tiene un familiar cercano que haya experimentado depresión o ansiedad.
  • Tiene una mala relación con la pareja o es soltera.
  • Tiene problemas financieros o de vivienda.
  • Tiene poco apoyo de la familia, los amigos o la pareja.

Síntomas

Los sentimientos de ansiedad, irritación, tristeza con llanto e inquietud son comunes en las dos primeras semanas después del embarazo. Estos sentimientos a menudo se denominan "depresión puerperal". Estos síntomas casi siempre desaparecen pronto, sin necesidad de tratamiento.
La depresión posparto puede ocurrir cuando la depresión puerperal no desaparece o cuando los signos de depresión comienzan uno o más meses después de dar a luz.
Los síntomas de depresión posparto son los mismos que los síntomas de la depresión que ocurre en otros momentos en la vida. Junto con un estado anímico triste o deprimido, usted puede tener algunos de los siguientes síntomas: 
  • Agitación e irritabilidad
  • Cambios en el apetito
  • Sentimiento de inutilidad o culpa
  • Sentirse retraída o desconectada
  • Falta de placer o interés en todas o en la mayoría de las actividades
  • Pérdida de la concentración
  • Pérdida de energía
  • Problemas para realizar las tareas en el hogar o el trabajo
  • Ansiedad considerable
  • Pensamientos de muerte o suicidio
  • Dificultad para dormir
Una madre con depresión posparto también puede:
  • Ser incapaz de cuidar de sí misma o de su bebé.
  • Sentir temor de quedarse sola con el bebé.
  • Tener sentimientos negativos hacia el bebé o incluso pensar en hacerle daño. (Anque estos sentimientos son aterradores, casi nunca se materializan. No obstante, usted debe comentarle al médico al respecto inmediatamente.)
  • Preocuparse intensamente por el bebé o tener poco interés en él.

Pruebas y exámenes

No existe un examen único para diagnosticar la depresión posparto. El diagnóstico se basa en los síntomas que usted le describe al médico o al personal de enfermería.
Las mujeres con depresión posparto deben hacerse exámenes de sangre para buscar causas físicas de dicha depresión.

Tratamiento

Una madre primeriza que tenga cualquier síntoma de depresión posparto debe ponerse en contacto con el médico o el personal de enfermería en seguida para conseguir ayuda.
Aquí se presentan algunas otras sugerencias útiles:
  • Solicíteles a su compañero, familia y amigos ayuda con las necesidades del bebé y el hogar.
  • No esconda sus sentimientos. Hable acerca de ellos con su compañero, familia y amigos.
  • No haga ningún tipo de cambios mayores en su vida durante el embarazo o inmediatamente después de dar a luz.
  • No intente hacer demasiado o ser perfecta.
  • Saque tiempo para salir, visitar a los amigos o pasar tiempo sola con su compañero.
  • Descanse lo más que pueda. Duerma cuando el bebé esté durmiendo.
  • Hable con otras madres o únase a un grupo de apoyo.
El tratamiento para la depresión después del parto con frecuencia incluye medicamentos, terapia o ambos. El hecho de que usted esté amamantando o no influirá en qué medicamentos le recomiende el médico. A usted le pueden recomendar un especialista en salud mental. La terapia conductual cognitiva (TCC) y la terapia interpersonal (TIP) son tipos de psicoterapia que a menudo ayudan para la depresión posparto.
Los grupos de apoyo pueden ser útiles, pero no deben reemplazar a los medicamentos y la psicoterapia si usted tiene depresión posparto.
Tener un apoyo social bueno de la familia, los amigos y los compañeros de trabajo puede ayudar a reducir la gravedad de la depresión posparto.


Expectativas (pronóstico)

Los medicamentos y la psicoterapia profesional con frecuencia pueden reducir o eliminar los síntomas de manera efectiva.

Posibles complicaciones

Sin tratamiento, la depresión posparto puede durar meses o años.
Las complicaciones potenciales a largo plazo son las mismas que en la . La depresión posparto que no recibe tratamiento puede ponerla en riesgo de hacerse daño o dañar al bebé.

Cuándo contactar a un profesional médico

Coméntele al médico si experimenta algo de lo siguiente:
  • Su depresión puerperal no desaparece después de dos semanas
  • Los síntomas de depresión se vuelven más intensos
  • Los síntomas de depresión empiezan en cualquier momento después del parto, incluso muchos meses más tarde
  • A usted se le dificulta realizar las tareas en el trabajo o en la casa
  • No puede cuidar de sí misma ni de su bebé
  • Tiene pensamientos de hacerse daño a sí misma o a su bebé
  • Tiene pensamientos sin asidero en la realidad o empieza a oír o ver cosas que otras personas no ven ni oyen
No tenga miedo de buscar ayuda inmediatamente si se siente abrumada y con temor de que pueda hacerle daño al bebé.

Prevención

El hecho de tener un buen apoyo social por parte de la familia, los amigos y los compañeros de trabajo puede ayudar a reducir la gravedad de la depresión posparto, pero es posible que no la prevenga.
Las mujeres que tuvieron depresión posparto después de embarazos pasados pueden ser menos propensas a padecerla de nuevo si comienzan a tomar antidepresivos después del parto. La psicoterapia también puede ayudar a prevenirla.

MEDIDAS A TOMAR ANTES DEL EMBARAZO

La mayoría de las mujeres saben que necesitan ver a un médico y realizar cambios en el estilo de vida mientras están embarazadas, pero es igualmente importante empezar a hacer cambios antes de quedar en embarazo. Estos pasos le ayudarán a prepararse a sí misma y a su cuerpo para el embarazo, además de darle una mejor oportunidad de tener un bebé saludable.

Consulte con el médico

Consulte con el médico antes de quedar embarazada. Incluso si siente que está saludable y lista para un embarazo, el médico o la enfermera obstetra pueden hacer mucho de antemano para ayudarle a prepararse.
  • Ellos analizarán su salud actual, su historia clínica y los antecedentes de salud de su familia. Algunos problemas de salud en su familia pueden transmitírselas a sus hijos. El médico puede remitirla donde un asesor en genética.
  • Puede necesitar exámenes de sangre o puede que necesite ponerse al día con las vacunas antes de quedar embarazada.
  • El médico o la enfermera obstetra hablarán con usted respecto a medicamentos, hierbas y suplementos que pueda estar tomando, ya que pueden afectar al feto. El médico puede recomendar cambios de medicación antes de quedar embarazada.
  • Los problemas de salud crónicos, como el asma o la diabetes, deben estar estables antes de quedar embarazada.  

Suspenda el cigarrillo, el alcohol y las drogas. Reduzca la cafeína

Si fuma, toma alcohol o consume drogas, debe parar antes de quedar embarazada. Esto puede:
  • Dificultar el hecho de quedar embarazada.
  • Aumentar la probabilidad de tener un aborto espontáneo (perder el bebé antes de nacer).
Si necesita ayuda para dejar el cigarrillo, el alcohol o las drogas, hable con su médico.
Incluso en pequeñas cantidades, el alcohol puede causarle daño a un feto en crecimiento (bebé por nacer). Beber alcohol mientras esté embarazada puede causar problemas a largo plazo para su bebé, como discapacidad intelectual, problemas de conducta, dificultades de aprendizaje y anomalías faciales y cardíacas.
Fumar es malo para el feto y pone al niño en mayor riesgo de problemas de salud más adelante en la vida.
  • Las mujeres que fuman durante el embarazo son más propensas a tener bebés con bajo peso al nacer.
  • Fumar también hace que sea más difícil para usted recuperarse de su embarazo.
Las drogas que no son recetadas por un médico (incluidas las drogas ilícitas) pueden ser peligrosas si las toma en cualquier momento de su vida.
Usted debe también reducir la cafeína cuando esté tratando de quedar embarazada. Las mujeres que consumen más de 2 tazas de café o 5 latas de refresco al día pueden tener dificultades para quedar embarazadas y una mayor probabilidad de aborto espontáneo.  

Consuma una dieta balanceada

Una dieta balanceada siempre es buena para usted. Usted debe seguir una dieta saludable antes de quedar embarazada. Unas pautas sencillas son:
  • Reduzca las calorías vacías, los edulcorantes artificiales y la cafeína.
  • Coma alimentos que sean ricos en proteína.
  • Las frutas, las verduras, los granos y los productos lácteos la harán más saludable antes de quedar embarazada.
Igualmente, reduzca la cantidad de pescado que consume. Los mariscos contienen mercurio, que puede causar anomalías congénitas si se consume en grandes cantidades. Las mujeres embarazadas deben:
  • Comer no más de 12 onzas (340 gramos) de pescado a la semana.
  • Evitar los peces grandes de mar, como el tiburón y la lubina.
  • Reducir la ingesta de atún a una lata de atún blanco o filete de atún por semana o dos latas de atún claro por semana.
Si tiene bajo peso o sobrepeso, es mejor tratar de alcanzar su peso ideal antes de quedar en embarazo.
  • Tener sobrepeso durante el embarazo puede aumentar las probabilidades de problemas, como hipertensión arterial, diabetes, aborto espontáneo, muerte fetal y anomalías congénitas.
  • No es una buena idea tratar de bajar de peso durante el embarazo.  

Tome vitaminas y ácido fólico

Tome un suplemento de vitaminas y minerales que incluya al menos 0.4 miligramos (400 microgramos) de ácido fólico.
  • El ácido fólico reduce el riesgo de anomalías congénitas, especialmente problemas en la columna vertebral del bebé.
  • Empiece a tomar una vitamina con ácido fólico antes de intentar quedar embarazada.
  • Evite las altas dosis de cualquier vitamina, especialmente las vitaminas A, D, E y K. Estas vitaminas pueden causar anomalías congénitas si usted toma más de las cantidades diarias normales recomendadas.
No tomar suplementos de hierbas. No existen buenos estudios sobre la seguridad de las hierbas durante el embarazo.  

Haga ejercicio

Hacer ejercicio antes de quedar embarazada puede ayudar a su cuerpo a hacerles frente a todos los cambios por los que usted pasará durante el embarazo y el parto. La cantidad de ejercicio que usted sea capaz de hacer durante el embarazo debe basarse en su salud general y cuán activa es usted antes de quedar embarazada. Hable con el médico respecto a qué tipo de ejercicio y cuánto es bueno para usted.

El estrés, el descanso y la relajación

Mientras esté tratando de quedar embarazada, intente relajarse y estar lo más libre posible del estrés. Pregúnteles al médico o a la enfermera obstetra respecto a técnicas para reducir el estrés. Descanse y relájese mucho. Esto puede facilitarle más el hecho de quedar en embarazo.

COMBINAR EL TRABAJO Y LA MATERNIDAD: CONSEJOS.

La mamá moderna tiene que desempeñar muchos roles en un mismo día: mamá, mujer de negocios o empleada, esposa, amiga, hija y alguno más, dependiendo del caso. No es fácil, pero se puede hacer y de hecho, se hace.


Sugerencias para ayudarte a combinar el trabajo con la maternidad:
  • Haz números y en el caso de que tu sueldo se vaya todo en pagar la guardería, replantéate tu trabajo. Quizá te convenga más trabajar desde casa o cambiar de profesión.
  • Si vives en pareja, repartiros el cuidado de los niños y las tareas de la casa de la manera más equitativa, para que ninguno de los dos se agobie.
  • Contrata alguien para limpiar y hacer los recados. De lo contrario, emplea trucos para mantener la casa ordenada y ahorrar tiempo, como usar edredones en lugar de colchas y sábanas.
  • Procura desconectar por completo de tu trabajo cuando llegues a la casa. La calidad del tiempo que pasas con tus hijos es más importante que la cantidad.
  • Desde pequeños, enseña a tus hijos que la familia es un equipo y delega en ellos tareas y responsabilidades, como ordenar su cuarto.

  • Organízate y prepara cosas la noche anterior para evitar el corre-corre típico de tantos hogares en los que ambos miembros de la pareja trabajan.
  • Aprecia a tu pareja. Si tu relación es fuerte, tendrás más apoyo y te resultará más fácil combinar el trabajo con la maternidad.
  • Haz ejercicio para evitar que se acumule el estrés. Procura elegir deportes que puedes compartir con tus hijos y así pasar tiempo con ellos.
  • No permitas que nadie consiga que te sientas culpable por ser una mamá trabajadora. Ya sea porque necesites el sueldo o bien porque te guste tu profesión, puedes combinar ambas cosas con éxito.
  • Recuerda que eres el mejor modelo para tus hijos. Tus hijos varones al verte trabajar y atender a la familia, aprenderán que las mujeres podemos ser profesionales a la vez que amas de casa. Tus hijas, cuando sean adultas, serán fuertes y emprendedoras, como tú.

SINTOMAS DEL EMBARAZO

¿Podrías estar embarazada? Lo más probable es que no empieces a sentir los síntomas del embarazo hasta que se te haya retrasado el periodo, o hasta una o dos semanas después. 
Si no anotas las fechas de tu ciclo menstrual o si varían mucho de un mes al otro, puede que no estés segura de cuándo esperas tu próximo periodo. Pero si empiezas a sentir los síntomas que leerás a continuación — aunque no los tengas todos — y se te ha retrasado el periodo, es muy probable que estés embarazada. Hazte una prueba del embarazo en casa y lo sabrás con seguridad. 


Los primeros 10 síntomas del embarazo:

1. Sensibilidad e hinchazón en los senos 

Uno de los primeros síntomas del embarazo es la hinchazón y sensibilidad en los senos provocada por el aumento en los niveles hormonales. Esta sensibilidad o dolor puede ser como una versión exagerada de lo que sientes antes de tus periodos. A partir del primer trimestre esta incomodidad disminuirá significativamente, a medida que tu cuerpo se adapta a los cambios hormonales.

2. Cansancio
¿Has estado muy cansada últimamente? O mejor, ¿completamente exhausta? Nadie sabe a ciencia cierta el motivo de la fatiga típica del comienzo del embarazo, pero es posible que tu soñolencia se deba al rápido aumento en los niveles de la hormona progesterona

3. Pérdida de sangre debido a la implantación de ovulo.
A algunas mujeres les sale un poco de sangre por la vagina 11 ó 12 días después de haber concebido (alrededor de la fecha en que te darás cuenta que se retrasó tu menstruación). Aunque no se sabe con seguridad cuál es el motivo de esta leve pérdida de sangre, se cree que podría resultar de la implantación del óvulo fertilizado en el interior del útero — cuyo revestimiento tiene gran irrigación sanguínea —, lo cual empieza a ocurrir seis días después de la fertilización . 

Esta cantidad de sangre es muy pequeña (notarás algunas gotitas o manchas rojas, rosadas o de un color marrón rojizo en tu ropa interior) y no dura más que uno o dos días. De cualquier forma, debes informarle a tu doctor si sangras, aunque sea poco, sobre todo si a la vez sientes dolor, ya que esto podría indicar la presencia de un embarazo ectópico (extrauterino).

4. Náuseas o vómitos.
Si eres como la mayoría de las mujeres, no empezarás a sentir náuseas hasta más o menos un mes después de haber concebido (aunque hay unas pocas afortunadas que nunca las sienten). Pero algunas mujeres empiezan a sentir estas molestias un poco antes. Las náuseas y los vómitos típicos del embarazo pueden ocurrir a cualquier hora del día: mañana, tarde o noche. 
Lo bueno es que cerca de la mitad de las mujeres que padecen de náuseas dejan de tener estos síntomas al empezar el segundo trimestre. Para la mayoría de las demás mujeres, las náuseas tardarán más o menos otro mes en aliviarse. 


5. Desagrado a ciertos olores.
Si quedaste embarazada hace poco, es normal que ciertos olores, perfumes y los aromas de algunas comidas te repugnen y hasta te provoquen náuseas. Aunque no se sabe con seguridad, esto podría ser uno de los efectos colaterales del rápido aumento en los niveles de estrógeno en tu organismo. También podrías notar que algunas comidas que antes disfrutabas, ahora te causan repulsión. 

6. Hinchazón abdominal.
Los cambios hormonales que ocurren al principio del embarazo podrían hacer que te sientas hinchada, como a veces pasa un poco antes de la llegada de tu periodo. Por este motivo, la ropa te puede apretar en la cintura desde muy temprano en el embarazo, aunque tu útero aún esté muy pequeño. 

7. Ganas de orinar frecuentemente

Poco tiempo después de quedar encinta puede que te pases el día corriendo al baño. ¿A qué se debe esto? El principal motivo es que durante el embarazo aumenta la cantidad de sangre y otros líquidos que circulan por tu cuerpo, lo cual significa que tus riñones están trabajando mucho más, y más fluidos se están acumulando en tu vejiga. 
Podrías empezar a sentir este síntoma a partir de la semana 6 del embarazo, y lo más probable es que esta sensación aumente a medida que progrese tu embarazo y tu bebé crezca, ejerciendo mayor presión sobre la vejiga. 

8. Retraso de la menstruación 

Si tu ciclo menstrual suele ser bastante regular y de repente se retrasa tu periodo, probablemente te harás una prueba del embarazo mucho antes de que empieces a tener cualquiera de los síntomas anteriores. Pero si tus reglas no son regulares y no tienes la costumbre de anotar las fechas de tu ciclo, las náuseas, la sensibilidad en los senos y las idas frecuentes al baño podrían ser las primeras señales de que estás embarazada, antes siquiera de que te des cuenta del retraso de tu periodo. 


9. Tu temperatura basal permanece elevada.
Si anotas con regularidad la temperatura basal de tu organismo (tu temperatura al despertarte) y notas que ésta permanece elevada por 18 días seguidos, lo más probable es que estés embarazada. 


10. La evidencia: el resultado positivo de tu prueba de embarazo casera 
Diga lo que diga en la caja, muchas pruebas de embarazo caseras no logran detectar la mayoría de los embarazos hasta aproximadamente una semana después del retraso del periodo. O sea que, si decides hacerte una prueba antes de esa fecha y el resultado es negativo, vuelve a hacértela unos días después. 

Una vez que el resultado sea positivo, haz una cita con tu médico. 

RETOS DE LA LACTANCIA: ¿Puedo seguir amamantando?




  • Claro que sí. Pero no tienes por qué sufrir. Obtén ayuda lo antes posible buscando una asesora de lactancia que te ayude a solucionar el problema. Pregunta en el hospital donde diste a luz si ofrecen este servicio (muchos hospitales lo ofrecen de forma gratuita) también puedes preguntar a una enfermera especializada. 


  • Si te duelen tanto los pezones que simplemente no puedes darle el pecho a tu bebé, considera la posibilidad de tomarte un descanso extrayéndote leche por un período de 12 a 24 horas. Usa un buen extractor de leche y empieza en el nivel mínimo de succión. 

  • Rocía un poquito de aceite de oliva en tus pezones y en la areola antes de empezar a sacarte la leche. Esto ayudará a que los pezones se deslicen con mayor facilidad durante la extracción a la vez que ayuda a que se sanen. 

RETOS DE LA LACTANCIA: ¿Qué puedo hacer para ayudar a que se sanen mis pezones?

  • Prueba las conchas para senos que se usan por adentro del brasier mientras no estás amamantando. Sirven para evitar que la tela del brasier roce contra los pezones a la vez que permiten que circule el aire.

  • Rocía un poco de tu propia leche en los pezones y deja que se sequen al aire libre. También puedes aplicarte en los pezones después de cada toma una pequeña cantidad de una lanolina pura que se vende especialmente para esto.

  • Las compresas de agua y sal pueden ser curativas. Para hacerlas, disuelve 1/4 de cucharadita de sal en 1 taza de agua templada y aplícate esta mezcla en los pechos con gasas o almohadillas de maquillaje por unos diez minutos, tres o cuatro veces al día.

  • A algunas mamás también les gustan las gasas de hidrogel que están hechas a base de agua o glicerina para humectar y proteger la piel, y algunas madres encuentran que su temperatura fresca les trae gran alivio.

  • Pregúntale a tu doctor si puedes tomar algún medicamento para el dolor, si lo necesitas. Lo más seguro es que puedas utilizar el mismo medicamento sin receta que te han recomendado para el dolor al salir del hospital.

RETOS DE LA LACTANCIA: ¿Cómo puedo prevenir el dolor de los pezones?


  • Contacta una asesora de lactancia lo más pronto posible. Ella te puede ayudar a diagnosticar la causa del dolor, y puede trabajar con otro especialista de forma conjunta de ser necesario. Una vez que sepan la causa del dolor, la solución suele ser simple. 

Si el dolor se debe a la mala colocación de tu bebé al pecho, prueba lo siguiente:


  • No empujes el pecho en la boca del bebé, espera a que abra bien la boquita y entonces acerca suavemente su cabecita a tu pecho.

  • Coloca a tu bebé en el pecho de manera que todo su cuerpo esté volteado hacia tu cuerpo y no que tenga que voltear la cabeza para agarrar tu pecho.

  • Siéntate cómodamente. Si te sientas en la cama en lugar de una silla, o en una posición demasiado inclinada, puede que te sea más difícil colocar bien al bebé en el pecho. Prueba diferentes posiciones para amamantar, hasta que encuentres la que te sea más cómoda. Lee nuestro artículo ilustrado ¿Cómo lo sujeto? Posiciones y consejos para amamantar. 

  • Prueba usar un cojín o una almohada para apoyar tus brazos mientras sujetas al bebé.

  • Sostén bien tu pecho con la mano que tengas libre. ¡Algunos bebés se agarran con extrema firmeza al pecho si tienen la sensación de que se les va a escapar!

  • Asegúrate de sujetar a tu bebé cerca de tu cuerpo, brindándole firmeza y apoyo para que pueda concentrarse en succionar y no en tratar de mantenerse estable.

  • No retires al bebé de tu pecho sin antes romper la succión de sus labios colocando la punta de tu dedo en la comisura de su boquita, para después alejarlo del pezón.

  • Si el dolor dura más de 15 segundos, rompe cuidadosamente la succión y vuelve a colocar al bebé.

  • Estimula la bajada de la leche masajeándote suavemente los pechos o extrayendo manualmente un poco de leche antes de cada toma. Así el bebé tendrá que succionar por menos tiempo y tragará más a menudo.

  • Ofrécele primero el pecho que te duela menos.

  • No esperes hasta que el bebé llore. Aliméntalo cuando notes que empieza a buscar el pecho.

  • Viste ropa de telas transpirables y naturales, y evita las almohadillas protectoras para brasier que tengan plástico.


RETOS DE LA LACTANCIA: ¿Cuál es la causa del dolor?






  • Colocación incorrecta del bebé en el pecho. Es un problema común que el bebé no agarre una porción suficientemente grande del pecho. Lo ideal es que su boquita cubra la mayor cantidad posible del círculo oscuro que rodea al pezón (la areola). Si cuando tu bebé deja el pecho notas que el pezón tiene la forma de un lápiz labial nuevo, o si ves una raya o borde que cruza el pezón por en medio, eso significa que tu bebé necesita agarrar una parte más grande de la areola. Una asesora en lactancia o una enfermera especializada te pueden ayudar a colocar bien a tu bebé en el pecho.


  • Herida causada por el uso de extractor. Utilizar incorrectamente un extractor de leche también puede dañar tus pezones. Podría ser que las copas extractoras son muy pequeñas para tus pezones. Algunas mujeres usan el nivel de extracción muy alto y eso las lastima. Pregunta a una asesora en lactancia cuál es el mejor extractor para ti y pídele que te enseñe a usarlo correctamente.
  • Infección conocida como algodoncillo o candidiasis. En caso de algodoncillo o candidiasis, tendrás los pezones y areolas rojizos, resecos o agrietados, y te picarán o arderán. Puede que notes puntitos blancos en la boquita de tu bebé, no sólo en la lengua sino también en el interior de las mejillas y en las encías. (Es posible que tengas una infección por hongos aunque no se vean estas áreas blanquecinas.) Si crees que podrías tener una infección en los pezones, comunícate con tu médico, el pediatra de tu bebé y una asesora de lactancia para que puedan evaluar y tratar el problema.

  • Piel extremadamente seca o eczema. Si tienes eczema puedes notar en tu piel pares rojas, sentir comezón o dolor. Si crees que tienes eczema consulta un dermatólogo.
  • Bebé con lengua atada o frenillo corto. Algunos bebés tienen el frenillo corto (un pedacito de piel que está debajo de la lengua) y esto impide el movimiento completo de la lengua y no les deja sacarla lo suficiente como para cubrir la encía inferior. Si el médico de tu bebé determina que tiene frenillo corto, se puede solucionar con una cirugía menor. El médico te podrá decir si la lengua de tu bebé era la causa del dolor en los pezones.


  • Ampolla de leche. Ocurre cuando una capa delgada de piel crece sobre un conducto de leche, lo que ocasiona que el conducto se tape. La ampolla se ve como un punto blanco o amarillo en el pezón y puede causar dolor al tacto. El dolor también se puede sentir atrás del punto. Consulta un asesor de lactancia o a tu médico para tratar la ampolla, tendrán que quitarla, de otra forma tardará semanas en sanar sola.
  • Ampolla de pezón. Una ampolla de pezón es una ampolla amarilla o ensangrentada sobre el pezón que causa un dolor intenso mientras amamantas. Frecuentemente, la causa de esta ampolla es la succión a partir de una mala colocación del bebé al pecho. También son causadas por usar un extractor en potencia demasiado fuerte.
Una razón menos común para sufrir ampollas es la dermatitis causada por una reacción de la piel a cremas o medicamentos en el pezón. Deja de usar cremas o medicinas en los pezones hasta que un dermatólogo determine qué tipo de ampolla tienes.

Si tienes antecedentes de herpes, la ampolla podría estar relacionada. Deja de amamantar y consulta a tu médico o una asesora de lactancia. Podrías transmitir el herpes a tu bebé si lo alimentas con un brote en el pezón. 

Será seguro amamantar a tu bebé de nuevo cuando la herida haya sanado. Hasta entonces necesitas evitar que la producción de leche disminuya y que los senos se te inflamen extrayéndote la leche (pero deséchela, no se la des a tu bebé). Si solo uno de tus senos está afectado puedes amamantar mientras tanto con el otro. 

  • Vasoespasmo. Si tu pezón se ve pálido y comienza a doler unos pocos segundos o minutos después de amamantar, y después regresa a su color normal, podrías tener un vasoespasmo. Esto significa que la sangre no puede pasar y es causado por una lesión en el pezón o por una infección. Una asesora de lactancia te puede ayudar a identificar la causa. Un tipo de vasoespasmo menos común es el llamado “fenómeno de Reynaud.” Este se suele sentir en ambos pezones al mismo tiempo y puede durar unos minutos. Generalmente se dispara con el frio. Consulta a tu médico para un tratamiento y a una asesora de lactancia para superar este padecimiento.

RETOS DE LA LACTANCIA: ¿Es normal que me duelan los pezones al amamantar?



Hay tantas mamás primerizas que se quejan de dolor en los pezones que uno piensa que este sufrimiento es una parte normal de la lactancia y que simplemente hay que aguantarlo. No es cierto.

Es normal sentir un dolorcito o sensibilidad inicial en los primeros segundos cuando el bebé agarra el pecho. Lo que no es normal, ni necesario, es sentir un dolor que dura toda o casi toda la toma.

El dolor te podría llegar poco a poco, en especial si estás tomando analgésicos durante los días siguientes al parto. O tal vez estás muy concentrada en alimentar a tu bebé y piensas que te acostumbrarás al malestar, o que este pasará.

Trata de identificar el tipo de dolor que sientes y busca una asesora en lactancia a la primera señal de incomodidad. Si ignoras el dolor, tus pezones se podrían agrietar y sangrar y el dolor aumentará.

Algunas mujeres dejan de dar el pecho a sus bebés antes de tiempo por el dolor en los pezones, sin embargo, unos pequeños ajustes que te permitirán seguir amamantando cómodamente.

12 de Mayo: Dia internacional de la Enfermera

Hoy 12 de Mayo vamos a agradecerle a todas esas mujeres enfermeras que nos ayudan y nos curan cuando tenemos alguna enfermedad.
Hay mucho que agradecerles a ella y hoy es el dia indicado para hacerlo.

FELIZ DIA INTERNACIONAL DE LA ENFERMERA!!